El gesto de regalarle una flor a una mujer para atraerla o seducirla es uno de los más antiguos que se conoce.
Esto tiene su lógica si se analiza en detalle.
Las mujeres son más sensibles a la estimulación visual.
No se trata de una estimulación sexual como en los hombres, sino más bien biológica debido a su naturaleza “recolectora” que data desde la era de piedra.
En las tribus las mujeres eran quienes recolectaban los frutos en el bosque.
Fueron creadas para distinguir mejor los frutos coloridos y visibles.
Las flores simplemente activan esos sensores en el cerebro de la mujer que están relacionados con la percepción de la vida y la energía.
¿Por qué regalar flores es un arte?
Existe una razón muy convincente por la cual los hombres de hoy están tan preocupados por regalarle flores a la mujer que desean seducir y atraer.
La mayoría de los hombres que regalan flores lo hacen con un sentimiento de inseguridad.
Sin embargo, las flores no le muestran a una mujer si un hombre es inseguro o no.
Son más bien la dinámica general y el momento los que determinan si a través de las flores subirás un peldaño más en tu cortejo o si caerás por el precipicio, con las flores.
Las flores no son un regalo para comenzar:
Contrario a lo que digan Hollywood o tus padres, las flores no se deben regalar justo al comienzo del cortejo o cuando estés creando una fuerte atracción.
Existen dos fuertes razones que explican esto.
La primera es que la mujer a la que estás cortejando posiblemente esté más interesada en ti que tú en ella.
Aunque esta dinámica te brinda más flexibilidad para ofrecerle flores inmediatamente, el precio y el costo de una sustitución potencial no vale la pena.
Regala las flores de una manera positiva y crea más atracción, entonces se establecerás una sensación de autorización (aunque esto quizás pase inconscientemente).
Si acepta las flores pero obtienes el resultado contrario en el cual muestras una debilidad perceptible, entonces tendrás más dificultades para seducir a la mujer que deseas.
Las flores son excelentes cuando el cortejo inicial está llegando a su fin.
Después que hayan pasado varias citas y que se haya creado un lazo entre el hombre y la mujer, entonces las flores son una herramienta poderosa.
La clave es utilizarlas apropiadamente.
El truco de regular flores: la opinión pública
Existe una potente y efectiva forma de regalarle flores a una mujer que estés seduciendo o con la que estés creando una relación.
El mejor momento para darle flores a una mujer es hacerlo frente a sus amigos, familia o compañeros de trabajo.
Este truco es un increíble catalizador a la hora de crear una fuerte sensación de deseo por parte de ella.
La razón de esto es la opinión pública y la ley del contraste.
Las flores que se entregan a mano, ya sea personalmente o a través de un negocio de flores (por ejemplo Pro Flowers) causarán un interés en ti y en tu relación con las personas (especialmente las mujeres) con las que ella tiene amistad o confianza.
De pronto, serás “tan adorable” y tan “especial” (todo esto gracias a la opinión pública) o te verán como “ese hombre estupendo”, mejor que los demás hombres que ha tenido o con los que estén saliendo sus amigas (esta es la ley del contraste).
Esta es la clave para regalar flores.
Comenzarás a utilizar la presión de grupo a través de sus amigas y en general de las personas que la rodean.
Conclusión
La utilidad de esto es incuestionable.
La habilidad de influenciar a las personas que la rodean es importantísima.
Es como si contrataras a un especialista de marketing que comience a promocionarte entre sus amigas y entre las personas que la rodean, hablando de lo excelente y lo maravilloso que eres.
Esto no garantiza que puedas cimentar tu estatus con ella y con sus amigos pero existen otras tácticas adicionales que puedes utilizar.
De todas formas, ten en cuenta este consejo de seducción y conviértete en el hombre del hablen bien todas sus amigas y conocidos.
De esta forma obtendrás mejores resultados.
Para más información en el Manual Seduce Mujeres te brindo las técnicas de atracción que he utilizado personalmente en mi vida para perfeccionar mis relaciones y mi existencia como hombre.