Las mujeres están para criar niños, no para cargar pianos. Ser iguales no significa ser idénticos. Todos tenemos igual derecho a la dignidad y a la plenitud, pero nuestros caminos no son los mismos.

De visita en una ciudad, vi a una preciosa jovencita ayudando a su hermano a mudarse a un apartamento cerca de la Universidad donde yo estaba hospedado. Ella pasó cerca de 8 horas cargando cajas pesadas y muebles.

“No tiene tu hermano amigos que le ayuden?” – le pregunté.

“Ah, no te preocupes, yo creo en la igualdad de género”, respondió ella con una gran sonrisa mientras cargaba unas sillas.

Igualdad! Qué bendición para las mujeres. En los viejos tiempos, a las mujeres no se les permitiría hacer labores físicas difíciles como esta.

Esta era una chica brillante en un programa de pre-medicina, no obstante había caído en la trampa de negar su feminidad. Le dijeron que su feminidad era una “construcción social” y que ella tenía que ser “independiente”. Desde cuándo son los instintos biológicos una construcción social? La “independencia” sí lo es. Aún así, ahí está ella atrofiando su desarrollo natural posponiendo el matrimonio y los hijos por una carrera. Bajo el disfraz de “derechos” para la mujer, el feminismo ha sido un vicioso ataque lésbico contra la feminidad.

Las mujeres están para criar niños, no para cargar pianos. Ser iguales no significa ser idénticos. Todos tenemos igual derecho a la dignidad y a la plenitud, pero nuestros caminos no son los mismos. Los hombres encuentran la plenitud en proveer y dirigir una familia. Las mujeres en su devoción a su esposo y a su familia experimentando el amor de ellos. (Además, las mujeres pueden tener carreras profesionales, pero deben ser secundarias a la familia).

La belleza de esta chica con la que conversé podría inspirar a muchos hombres a sentar cabeza. Pero con todo el estudio y el trabajo pesado, su brillo desaparecerá y se hará gorda. Para cuando llegue el día de su graduación, ya no provocará las miradas de nadie.

Hoy en día veo chicas manejando cortadoras de césped por toda la ciudad. No me digas que la masculinidad que esta actividad requiere no contagiará su carácter.

Frustración Masculina

Escucho mucho a los hombres decir que la mayoría de las mujeres aún conservan sus instintos femeninos pero no pueden sobreponerse a la presión social y familiar. Aquí tienes la queja de Dany, un tipo de 29 años …

“Tu no puedes comprender la maldita frustración que siento con la degradación de los roles naturales de los hombres y las mujeres de hoy. A veces siento que soy un hombre de las cavernas que se rehúsa a evolucionar.

Nunca he tenido ningún problema en atraer mujeres. No obstante, jamás he encontrado a una mujer que sea mujer de verdad. Mi última novia fue una contadora de 26 años, 2 años pasamos juntos. Sabía que era una feminista, pero quién putas no lo es hoy en día. No fue sino hasta que conocí a sus papás que vi lo que me pareció la raíz de todo su mal.

Era bastante obvio quién era el que dirigía la casa en su familia, su mamá. Su papá era un simple niño grande. En su casa a ella se le motivó a que fuera a la escuela y se hiciera independiente. Podías darte cuenta con claridad que no había forma que en esa casa ella pudiera ser apreciada tan solo como una chica devota a su familia.

Ella, en su interior, era una verdadera mujer. La traté como un hombre debía. Tenía el control. Como ha sido el caso en otras relaciones. Ella me amaba por eso. Vi como ella me miraba a los ojos y cuando ella estaba conmigo ella sabía que conmigo quería estar. Pero fue la presión de su familia y amistades la que condujo al fin de nuestra relación?. Supongo que lo que trato de decir es que la mayoría de las mujeres que conozco sí aceptan el trato que les doy. Ellas tan solo no saben cómo aceptarlo ellas mismas o aceptarlo ante los demás”.

Muchos hombres se pueden identificar con este caso. Podrían ahorrarse tiempo valiosísimo si revisaran la estructura de poder en la familia de la chica y descartar a las mujeres que no tienen buenas relaciones con un padre que sea el líder del hogar.

¿Mutantes?

Otras mujeres están tan confundidas sexualmente que difícilmente puedes decir que son “mujeres”. Ellas ya no saben cómo amar.

El otro día me encontré con Gabriel, un tipo alto, en forma y exitoso que se dedica a la construcción. Tiene 40 años y es el sueño hecho realidad para el conjunto de mujeres que se les olvidó tener hijos.

Acaba de terminar con una relación de tres años con una mujer profesional pasada de los 30 años debido a problemas de control y poder.

“Ella quería llevar los pantalones y tratarme como a un siriviente”, me dijo. “Ella siempre estaba calculando quién hizo qué para quién y qué era lo justo e igualitario”.

Ahora pensarías que una mujer acercándose al final de su etapa fértil va a apoderarse de un hombre como Gabriel que quiere sentar cabeza y formar una familia. Pensarías que ella sabría cómo hacerlo feliz. Pero esta mujer no sabía nada de eso. Por ejemplo, ella demandaba que él la atendiera cuando se ponía enferma, pero ella decía que Gabriel se valiera por sí solo cuando él se enfermara.

“Mientras yo triunfaba más con mis negocios, ella se sentía amenazada. Ella estaba perdiendo el control..” me dijo Gabriel. “Ella hablaba de tener niños pero sus acciones contrariaban sus palabras. En lugar de leer libros de cómo criar niños, leía libros de cómo ser una ejecutiva más eficiente.”

Ahora ella y sus amigas solteronas se sientan a criticar a los hombres y a quejarse sobre la falta de buenos hombres para ellas. “La mitad de las personas en mi grupo de edad están solteras”, dice Gabriel. “Da miedo”.

Miren, la situación es esta, los hombres han sido feminizados. Gabriel no tendría que haberse envuelto en una guerra por el poder. El tenía que poner claros los roles desde el inicio y decirle a esta feminista, “Tu puedes tener poder o puedes tener amor. No puedes tener ambos. Puedes ser mi brazo derecho o puedes salirte de mi vida”.

Una mujer realmente inteligente que acepta su feminidad recibe con gusto los términos del hombre a quien ella ama. (Ella quiere amor, no poder). Es de ese modo que una relación sana llega al matrimonio. Claro, él consultará con ella. Él quiere que ella sea feliz. Amamos a las personas que nos aman.

CONCLUSIÓN

En el matrimonio heterosexual, el hombre se gana la confianza de la mujer (ej. Amor) a través de la seducción y el cortejo. A cambio, ella le da a él el poder para amarla al cederle el control a él. Este intercambio de poder por amor es el modo en que un hombre y una mujer se convierten en uno. Es la clave psicológica que permite que una relación crezca y madure. El sexo es el símbolo de este vínculo permanente y exclusivo.

Como ya lo dije antes, el feminismo está diseñado para desestabilizar a la sociedad al coaccionar a las mujeres para que abandonen su rol femenino y le quiten su rol a los hombres, socavando la heterosexualidad y a la familia. Como toda agresión, este asalto perverso contra la diferencia de género es disfrazado como un acto de “defensa” (de los derechos de las mujeres y los homosexuales). Los ingenieros sociales a sueldo de los Rockefeller quieren que las mujeres tengan carreras en lugar de familia y esto está pasando en millones de casos día a día en nuestra sociedad.

La familia se está desintegrando en favor de esta construcción social perversa llamada “independencia” e “igualdad de género”. El objetivo final de la ingeniería social practicada contra los valores familiares es dirigir un gobierno mundial totalitario encabezado por banqueros y corporaciones. Lo que tú crees tener en tus bolsillos como “dinero” es realmente “crédito” manejado por los bancos centrales. Su objetivo es consolidar su fraudulento monopolio, eventualmente controlándote con su tarjeta de “crédito” microchipeada dentro de tu cuerpo.

Para sabotear el matrimonio heterosexual y a la familia; a las mujeres se les ha llenado la cabeza con desconfianza en los hombres y en el matrimonio. Se les ha engañado con la idea de buscar el sexo por placer y el poder en lugar del matrimonio y la maternidad. Lo que las mujeres de verdad quieren es el poder expresado en el amor del hombre. Y eso SOLO lo conseguirán cuando confíen en los hombres, sus esposos.